Velas artesanas: ilumina tu casa con pedacitos del mundo

La vela es uno de los objetos que ha acompañado al ser humano casi desde su mismo nacimiento, pues muy pronto fue evidente que era necesario iluminarse de algún modo para poder seguir trabajando o estudiando cuando ya no había sol. Poco a poco, las velas artesanales primitivas fueron adquiriendo un grado mayor de complejidad: velas decorativas, velas, perfumadas, faroles portavelas.... Una amplia gama de velas y portavelas originales se han venido desarrollando desde los inicios remotos de este producto. Lejos de ser únicamente un medio de iluminación, las velas decorativas y aromáticas demuestran que es posible crear variantes muy especiales de estos productos, que además nos hablan de la parte del mundo de la que proceden.

Y es que hacer portavelas y velas artesanales forma parte de la tradición artesana de diversas culturas. Desde portavelas de cristal hasta velas perfumadas, la vela artesanal nos habla de los modos de hacer y de la historia de las tradiciones de diversos lugares del mundo. Por ejemplo, los portavelas artesanales de la artesanía turca combinan la influencia oriental y la occidental, una tónica en todo este país: se realizan en cristal de Murano llegado desde Italia pero su decoración nos recuerda a los murales orientales mas trabajados. El propio farol portavelas turco tiene muchos puntos en común con las menaras de Marruecos, por ejemplo, otro tipo de lámparas artesanales que también adquieren una especial belleza.

Precisamente Marruecos es un país en el que la vela decorativa es todo un arte. Ello se consigue con la combinación de materiales, desde la simple cera hasta el metal e incluso el cristal, y con la inclusión de motivos decorativos muy propios de la tradición árabe, desde los bonitos elementos geométricos que podemos ver en la arquitectura de diversos países islámicos, hasta la mano de Fátima, que es empleada en todo el Mediterráneo como un elemento que trae la buena suerte de quien lo posee. Las velas decorativas de Marruecos se caracterizan por su vibrante colorido, un elemento común entre todos sus objetos hechos a mano y que llena de alegría cualquier casa.

Otro país con unos portavelas muy originales es México. De su pueblo de San Bartolo Coyotepec, en el Estado de Oaxaca, procede el barro negro, un peculiar tipo de arcilla que permite crear, tras un laborioso proceso de varios días de trabajo, unos portavelas calados que dejan pasar la luz sutilmente creando reflejos muy originales en las paredes del hogar. Estos portavelas parecen estar hechos de cerámica pero en realidad han sido elaborados empleando únicamente barro cocido en base a una singular técnica que permite dotarlos de su peculiar color negro.

Prácticamente casi cada país tiene su propio estilo de vela. Con cada una de ellas es posible acceder a un pedacito del mundo y entender un poco más de su cultura artesana, de sus tradiciones y de sus preferencias decorativas. Se trata de todo un viaje que podemos hacer con un objeto aparentemente muy sencillo, pero cargado de historias y tradiciones y, al tiempo, absolutamente actual y renovado.