Los Yao, un pueblo famoso por sus bordados

La variedad de la artesanía asiática es impresionante, y en ella podemos encontrar desde el estallido de colores de la India hasta la mayor sobriedad y el exquisito refinamiento del arte japonés. Pero hoy quiero hablaros de un pueblo que es famoso por un arte muy concreto, el bordado. Me estoy refiriendo a los Yao, una comunidad que habita en países como Laos, China y Vietnam. El colorido y detalles de sus trabajos bordados parece que nos recuerdan a los de la artesanía del Este de Europa, pero nada más lejos de la realidad: estamos en plena Asia. 

Entre sus bordados, el realizado en rojo es uno de lo más característicos. Tradicionalmente lo realizan las mujeres, que luego utilizan estos bordados como parte de su indumentaria, de la que forman parte coloridas camisolas y bonetes decorados con campanas y pompones. La mayoría de estas mujeres son analfabetas, y el bordado les proporciona una especie de medio de expresión que, además, se hereda de madres a hijas. Componen elaborados paneles que luego decoran pantalones y túnicas, como en una especie de poema sin palabras. En ocasiones, el rojo se combina con amarillo y crea relatos de tigres o pinos que recuperan y mantienen sabidurías y mitos ancestrales. Las mujeres trabajan en este tipo de arte prácticamente a cualquier hora del día, si bien las horas de luz son obviamente preferibles, pues se trata de una tarea que requiere gran precisión.

Los bordados de los Yao son especialmente relevantes en ocasiones señaladas, como las bodas, para las que se guardan los mejores vestidos. En los enlaces matrimoniales cada detalle cuenta, especialmente para la novia, que a menudo es juzgada por la calidad y detallismo de sus bordados. Asimismo, en los mercados de los principales núcleos urbanos de estas comunidades se despliega todo un arsenal de tejidos bordados, que alegran la vista incluso en los días más oscuros. En ellos se pueden comprar estas impresionantes obras de arte, pues no son otra cosa los bordados Yao. Se trata de una artesanía muy distintiva pero que, al mismo tiempo, me recuerda a ciertos trabajos de los indígenas latinoamericanos. Quizás la especial conexión que unos y otros tienen con la tierra esté en el origen de trabajos que en ocasiones resultan similares, pese a la gran distancia geográfica que media entre unos y otros. Si tenéis la ocasión, no lo dudéis y comprad alguna de estas maravillas bordadas.