Detalles artesanos para una cocina llena de magia

Disculpad que haya tenido el blog un poco abandonado estas últimas semanas, pero las obras de mi casa, que siempre terminan siendo laboriosas, me han quitado mucho tiempo. Hoy vuelvo para presentaros, justamente, algunos detalles de mi remodelada cocina, que he querido que tenga un evidente aire campestre. Pasé mi infancia en el pueblo y quiero traer esos recuerdos a mi casa. Para conseguirlo, he optado, por supuesto, por la artesanía.

Sabéis, y este blog es buena muestra de ello, que soy una auténtica apasionada de lo hecho a mano, pues son productos únicos que nunca voy a ver repetidos en otro hogar. Por eso, tenía claro que deberían formar parte de la decoración de mi cocina. Os cuento cuáles he introducido:

Para empezar, los tejidos artesanales han tenido un peso fundamental. Ahora que tengo una mesa nueva, de madera verde claro, preciosa, decidí cubrirla con un mantel muy sencillo en blanco, con pequeños calados y hecho a mano en Marruecos. Lo he combinado con paños en colores claros y de algodón, para secar las manos y también como elementos decorativos.

La cerámica es otra parte fundamental de mi nueva cocina de aires rústicos. Me encanta desayunar pausadamente antes de ponerme a trabajar, y ahora puedo hacerlo en preciosos cuencos de cerámica y en una  jarra maravillosa. Ambos proceden de Polonia, un país que, si no lo sabíais cuenta con una tradición centenaria de trabajo con este material. A menudo lo decoran con motivos florales y vegetales, por lo que son perfectos para traer el campo a casa.

El toque final lo he conseguido con unas cortinas también completamente hechas a mano, muy sencillas pero con calados que combinan perfectamente con el mantel.

Como véis, se trata de detalles muy concretos y no excesivamente caros, con los que el resultado final ha sido más que satisfactorio.